Ahora que he visto Kung Fu Panda 3 recordè la importancia de la paz interior, es decir, sentirnos bien sin importar las circunstacias externas. Esto parece ser muy complicado pero no lo es tanto, solo hay que estar presente, despojarnos de juicios, dejar fluir las cosas y tomar acción cuando se requiera.
En un par de meses, con la luna llena de Mayo, recordaremos la iluminaciòn de un tal Sidharta, beberé una cerveza y meditarè en el ocaso.
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