Ese velo invisible se ha vuelto un abrigo incómodo para el espíritu hambriento. ¿Acaso la conciencia ignora su inutilidad?
Espíritus hambrientos tratan de engullir mi cordura mientras duermo. Me siento feliz, ya que yo no me siento hambriento. Conduzco a toda velocidad en la carretera con destino incierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario