Descreidos

Navegando por la red me topé con un foro el cual hace bastante tiempo que no visitaba, y vi la invitación a una "fiesta para ateos", me causó cierta gracia. Pensándolo bien si hubiera recibido esa invitación en otra época tal vez si hubiera asistido a dicha fiesta, aunque precisamente un forista de esa sala preguntó ¿qué diferencia hay entre una fiesta atea y una no-atea? es una muy buena pregunta, en cierto modo hacer las cosas tan exclusivas es una forma de excluirse, paradojicamente.

Y que quede claro que no soy mocho, conservador ni me he vuelto "creyente" sólo que me parece ... peculiar este tipo de ideas, las de la autoetiquetado y autoexclusión -como sucede en los antros gays por ejemplo- desde luego, en la variedad está lo divertido y ser ateo, y en general no compartir las ideas, creencias, gustos, aspecto u orientación sexual que la mayoría de la gente tiene no es motivo de vergüenza, pero ¿acaso es necesario gritarlo? proclamarlo, exhibirlo, declararlo, demostrarlo y presumirlo a cada paso, ¿que no se supone que la idea es que exista la igualdad? quizá eso sea lo que nos separa: decir que nuestras "diferencias" no son importantes, pero remarcarlas todo el tiempo.
No soy nadie para juzgar pues, debo admitir que yo solía hacer cosas de ese tipo, tienen su lado divertido, a veces.
por lo pronto si algún día yo hago una fiesta para "ateos que estudian budismo y que a los 8 años querían ser sacerdotes" o una de "gente que le gustó El Rey León porqué matarón a Mufasa" prometo invitarlos a todos.