El discipulo

Recientemente ha llegado a las salas de nuestro país la cinta rusa de 2016 El discipulo (Uchenik, Dir.: Kirill Serebrennikov), me pareció una buena opción para una esta tarde de lluvia indecisa. La película narra la historia de Venjamin, un adolescente retraído que encuentra en la Biblia una respuesta a su soledad. Al principio su madre y los adultos de su escuela intentan entender su devoción, pero no tardan en percibir el fanatismo. Incapaces de lidiar con esta inusual forma de rebeldía y terquedad adolescente -"Preferiría que se masturbara" se lamenta su madre en una escena- los que lo rodean se dejan llevar por el fanatismo del joven, quien cuestiona la enseñanza de la evolución o el atuendo de la clase de natación. La única resistencia viene por parte de su profesora, quien buscará desenmascararlo  por todos los medios, a un precio muy alto.

Esta película me parece notable en el sentido de que critica el exceso de religiosidad en un mundo en el que precisamente los problemas sociales parecen encontrar solución con un #PrayForXXXX, no es una cinta pro-ateismo, más bien, lleva a una reflexión sobre los excesos, la falta de autocrítica del ser humano y los límites entre la libertad de expresión y la impunidad.