Koan en el balcón

Hoy fui a la reunión de aniversario de unos amigos, se cumplió un año más de aquel día en que dijeron ¡basta de pendejadas! e hicieron algo para acomodar sus vidas. Me agradan este tipo de aniversarios, porque implican una decisión que viene de tu voluntad, a diferencia por ejemplo de un cumpleaños, en donde no tienes mucho que ver en realidad con la fecha.Me gusa ver como el paso del tiempo sumado a un poco de acción pueden hacer una gran diferencia en nuestro universo. (pff que ñoño, ya parezco motivador radiofonico de los 90).

Aunque yo pude ver el cielo de esta forma:

un cielo apagado y triste

Estoy seguro que mis amigos vieron el cielo de esta forma:

 un cielo azul que incluso en el ocaso es hermoso

me alegro por ellos en verdad :)

también he visto ese cielo.

Justo estaba mirando el cielo en el balcón cuando aparecio el hijo de uno de mis amigos, ¿saben? es muy divertido charlar con niños, Fernando de 10 años, tenía un montón de preguntas que hace mucho tiempo que no me hacía a mi mismo (aunque no pude evitar soltar una carcajada cuando me preguntó si tenía novia), lo interesante de charlar con niños es que ellos solo buscan socializar así que cuando te preguntan algo no buscan impresionarte con su respuesta ni competir, tampoco les interesa realmente conocer de estatus, dinero o esas estupideces, sus preguntas son autenticas. Quizá la vida adulta nos distrae tanto con sus contratiempos que ni siquiera nos detenemos a pensar en las cosas por las que precisamente estamos trabajando. Aunque quizá la pregunta que más me impactó y que me dejó sin palabras fue:

¿Y tú que quieres ser de grande?

aún no recupero el habla...

involuntariamente me encontré con una especie de maestro zen que ni siquiera ha llegado a la secundaria.