- ¿Qué te pasa?
- Nada
- Te noto raro, distante, desesperado.
- ¿Desesperado?
- Si, por lo que cuentas parece que estás harto de estar solo, no creo que te afecte tanto no tener dinero.
- Odio esta miseria.
- No, en serio, parece que buscar desesperamente tener a alguien a tu lado, la soledad esta subestimada en estos tiempos.
- Creo que todos son unos pinches egoístas, y yo también, nadie puede ser fiel.
- No sé, el amor es algo desconocido para mi, sospecho que existe, pero que te puedo decir, quizá es que me resulta más cómodo ser conformista y estar así, tu sabes, como nosotros, pasarla bien y ya.
- Si, pero debe haber algo más
- Supongo, tal vez algún día suceda...
para cerrar esta escena tan existencial que parece una fotonovela, quizá alguno de los dos debería encender un cigarrillo, pero ninguno fuma. Sin embargo es necesario romper el posible encanto de esta charla, podría malinterpretarse, una disyuntiva quizá no tan nueva en el universo hombre-con-hombre: es fácil confundir el amor con cualquier otra cosa.
-Mira, la luna llena se ve a toda madre
-Si, ¿será por el movimiento de las constelaciones?.
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