
Este martes trece es mi día afortunado,
no hubo un siguiente,
ni la promesa eterna, tan definitiva como ficticia.
Recuerdo otro martes trece,
igual de espléndido, más de ninguna forma
habrá lo que entonces había.
Tampoco el sino permite, en teoría
en presencia regresar a esos ayeres,
bendito sea el día en que se inventaron
los botones de pausa y siguiente.
2 comentarios:
Es un día de mucha fortuna para mi siempre. Saludos
Para mi también, en realidad cualquier día puede ser bueno jeje.
Publicar un comentario