Iniciar acariciando tu piel,
subir por tus muslos y venerar la trinidad que está hacia el norte,
y delimitar tus labios de una bocanada.
subir y subir, tus mejillas me raspan al contacto,
fricción, atracción, magnetismo.
la física se rinde ante nosotros.
Proyectamos sombras sobre la pared,
en vertical y horizontal. Trae acá ese frasco,
prolonguemos este abrazo, mientras las neuronas
caen como moscas.
 
 
2 comentarios:
Increible. Me encanta.
Saludos desde el ocaso...
Gracias por leer estas lineas, a veces es bueno derle su lugar a la espuma que se disuelve en el océano...
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