miércoles, diciembre 16, 2009

12/16/04



- ¿y a donde vas?, ¿qué vas a hacer?
- no lo sé
- Puedes venir siempre que quieras, aunque sea a contarme...
- No, no creo volver aquí.
- ¿Pero qué te pasa?
- Nada. No te preocupes, no me voy a suicidar, solo quiero cambiar de aires. Yo no me voy a morir...
- No te entiendo,¿de quién más te has despedido?

Entonces él se va y ella se queda -por fin- con el recuerdo inventado de lo que aparentemente sintió. Se ha roto el pacto de amor eterno, lo curioso es que ese pacto firmado con sangre solo tenía una firma al píe de la hoja. Él tenía mucho que decirlo, habia planeado cada una de sus palabras, pero ella no fue capaz de escucharlo.

Por fin, ella parece estar frente a él, pero él, curiosamente es quién ahora ya no está ahí. Sí, fue una historia inolvidable, entre él y la sombra de ella.

Tres días después, el cuerpo de ella es encontrado en estado de descomposición...

1 comentario:

Al Herrera dijo...

Brutal y denso. Así debe ser aquello que te marca de por vida... o al menos por unos minutos de reflexión necrosa.

Saludos desde el ocaso...

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