Hace un par de días asistí a un concierto de Violoncello cómo parte del Festival de Música Barroca, cómo es normal en dicho festival, el concierto se llevo a cabo en una iglesia del centro histórico.
En pleno concierto, dos señoras de edad mayor estaban platicando, o mejor dicho chismeando de lo lindo y no nos dejaban escuchar. Así que amablemente les dije : "Disculpen, no me dejan escuchar", a lo que una de ellas replicó: "Estàs en la casa de Dios y le estás dando la espalda al santísimo. El santísimo es más importante que el concierto", ya se imaginarán mi respuesta : "No señora, el concierto es más importante que el santísimo", justo entonces la mujer empezó a sermonearme y parecía que me iba a golpear, pero le dije, casi gritándole al oido: "Señora, estamos en un concierto, guarde silencio", a lo que la arrugada mujerzuela respondió con una plegaria mientras se alejaba.
menuda loca, pues he aqui a tu santisimo. Ah esos católicos, los odio ¡pero los amo!.
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