y desaparece al amanecer.
No necesito quererte, ni que tú me quieras a mi
para dejar que un beso nos embriague,
para ser, por un momento, una fusión.
un ying-yang en movimiento.
para dejar que un beso nos embriague,
para ser, por un momento, una fusión.
un ying-yang en movimiento.
Y es que el tiempo,
es amigo y enemigo,
enemigo cuando me tengo que marchar,
pero sin duda, es tu aliado,
las caricias que no se olvidan,
a pesar de la fugacidad.
Brindo a tu salud,
por ti, por esos momentos,
en que has sido mi compañía,
casi el amor de mi vida,
de vez en cuando, somos buenos amigos.
Te sienta bien la edad, es en serio
ya treinta y seis años, con el último
que me has regalado,
bastará para no olvidarte.
De la más oscura etapa de mi existir,
has sobrevivido, muchas noches a tu lado.
Por los viejos tiempos.
las caricias que no se olvidan,
a pesar de la fugacidad.
Brindo a tu salud,
por ti, por esos momentos,
en que has sido mi compañía,
casi el amor de mi vida,
de vez en cuando, somos buenos amigos.
Te sienta bien la edad, es en serio
ya treinta y seis años, con el último
que me has regalado,
bastará para no olvidarte.
De la más oscura etapa de mi existir,
has sobrevivido, muchas noches a tu lado.
Por los viejos tiempos.
1 comentario:
interesante!!
Publicar un comentario