Fué el orgullo, la revelación,
pues todo lo sabía, todo lo podía,
su cuerpo impregnado de arrebato,
evadío en el frio invernal los sufrimientos
Pero la gallardía cedío ante la vehemencia
repudiado fue el varón por su padre,
negado y olvidado por su madre,
en el reseco llanto nocturno,
se evaporó su indiferente estampa.
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