El Sindrome María la del Barrio

¿Quién no recuerda a María la del Barrio?, esa pobre muchacha de origen humilde que se quedaba desprotegida en el mundo, y que después de grandes penurias y ríos de lágrimas encontró la felicidad junto al hombre de sus sueños. Se volvió millonaria y vivió feliz por toda la eternidad (demasiado tiempo diría yo).
A pesar de lo ñoña y absurda que es esta historia, hay algunas mujeres (y hombres incautos) que la toman como verdadera, y andan por el mundo con la única misión de encontrar el milagro que los sacará de la miseria, digamos que estas personas gozan de hacerse las víctimas y culpar al mundo de todo lo que les pasa, pero al mismo tiempo tienen la osadía de mantener la fe en que de pronto algo mágico les cambiará el panorama, mientras tanto, no hacen otra cosa que hacer bulto y -tal vez sin darse cuenta- fastidiar a los que no creen en los milagros y hacen el intento ellos mismos.
son los clásicos que apenas están empezando los estudios o la vida laboral y ya tienen planeado con lujo de detalle lo que van a hacer dentro de 10 años, casarse (bueno que ya hasta el padrino tienen), tener hijos y una casita con cortinas verdes en la cocina (aún no tienen casa y ya compraron las cortinas y las guardarán hasta entonces). Es decir, que en sus planes no tienen lugar la menor variación ni cambio, pues según dicen ellos: "ya luego veré como le hago".
Para ellos la vida ya está resuelta, pero al mismo tiempo aún piensan en sus más lejanos traumas, si por alguna razón escuchan algo sobre "cambio", se ponen a temblar, para ellos no hay nada mejor que su paraíso y su estabilidad eterna.
este post de plano es pura mamada, pero sin duda alguna a muchos de nosotros de vez en cuando nos ha pegado esta enfermedad, creo que lo mejor siempre es el equilibro, no caer en el valemadrismo extremo, pero tampoco estar como una telenovela, esperando el siguiente capitulo para resolver todo.