Crecemos mientras los recuerdos envejecen
un lustro después, aquí seguimos,
siendo un recuerdo que pierde color.
Tu rostro se desvanece,
una mirada, un saludo afectuoso,
en la historia nunca algo tan breve
se convirtió en una llave hacia lo eterno.
Esta lustrosa nostalgia, que lleva 60 meses,
si se multiplicara por tres, sería un quince,
que curioso, esos años tenia yo cuando todo comenzó...
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