Hoy tenia planeado ir a tomar fotografias desde la azotea del ex-convento del Carmen (siempre es bueno hacerse amigo de los vigilantes), sin embargo cuando estaba a unos metros del lugar me entero que el policía que me permitiriá el acceso al edificio, ¡no fue asignado a ese turno!, en vez de él, asignaron a un elemento bastante entrometido y descortés.
Por si fuera poco, Tania, mi amiga que se supone iba a acompañarme, no asistió, pues se habia quedado dormida , por andar en la jodida FENAPO (y con lo que a mi me desagrada ese lugar!). Mientras la esperaba, aproveché para fumar, pues ya sólo en la calle es posible hacerlo, y una mujer de 30 y tantos años, vestida de scout, me lanzó una mirada reprobatoria, que yo creo no fué tan intensa como mi mirada de asombro ante su ridiculo atuendo. Aún así, ninguno de los 2 se atrevió a lanzar una bien merecido ¿Que putas me ves?.
A pesar de eso, y de que al poco rato empezarón a llegar más exploradores, la verdad es que no me causó el menor impacto, y eso me agrada, pues estar a las 9 de la mañana, afuera del citado ex-convento, plantado y muerto de frio no es lo que se definiría como algo divertido. En vista e la situación, decidí llamar a "cierta persona" para alegrarme la mañana y me envió al buzón su jodido telefono y por lo tanto el jodido telefóno publico se quedó con mis 4 varos.
!Que carajo¡ pensé, pero pues tanta lectura zen zobre emotividad y tantos intentos fallidos con la contemplación meditativa, tenian que tener algún efecto y la verdad es que pusé atención en lo bien que se veía el cielo y las nubes, hasta las campanas de la iglesia me parecierón más sincronizadas que nunca (y eso que las escucho a diario).
Y todo el día transcurrio así, tratando de hallarle lo bueno a las cosas que parecen dignas de un ataque de histeria, pero es muy cierto que no tiene caso, pues sólo son pequeñeces sin importancia, y aunque algunas horas después la dichosa Tania se deshacía en disculpas, la verdad es que es innecesario, dentro de todo, fue una buena mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario